25 Años del Escándalo Sokal: Golpe al posmodernismo y advertencia a las revistas académicas


Alan D. Sokal, Ph. D. Profesor de física y matemáticas, artífice del escándalo Sokal. Fuente: http://epistemologia4isarm.blogspot.com

25 Años del Escándalo Sokal: Golpe al posmodernismo y advertencia a las revistas académicas

El Escándalo Sokal

En el año 1996, hace 25 años, se produjo una situación que conmocionó al mundo académico y mediático, y que puso a temblar las bases del sistema de evaluación de artículos en las revistas científicas, para preocupación de sus editores.

Se trató de un "experimento no controlado" de la mano del físico americano Alan Sokal, quien con extremo cuidado y atención al detalle redactó un artículo "científico" donde tomó complejas ideas físicas como la mecánica cuántica y la relatividad general (entre otras), además de la filosofía de la ciencia y la epistemología, y las mezcló en forma bizarra pero congruente con un conjunto de constructos y proposiciones provenientes de las humanidades y las ciencias sociales,  incluyendo los conceptos e ideas radicales del posmodernismo. 

El artículo de Sokal consistió en enlazar ideas físicas en forma de proposiciones que unidas carecían de sentido, pero que individualmente estaban bien soportadas en lo académico, y que además eran particularmente complicadas y difíciles de seguir, adornándolas magistralmente con el lenguaje y vocabulario de las ideas posmodernistas, adulando los preceptos y doctrinas en los que esa rama del pensamiento se basa, colocando a la ciencia física como una subordinada de las teorías sociales y suministrando "pruebas" y elementos retóricos que lo "demostraban". Sokal diseñó entonces un artículo híbrido que integraba a las ciencias físicas con las humanidades, y en donde en general las primeras quedaban supeditadas a la "grandiosidad" que representaban las segundas. 

Esto lo realizó hábilmente, contando con un formidable acarreo de citas válidas de bibliografía científica y humanística que respaldaran sus extravagantes propuestas y conclusiones, ya completamente integradas dentro del marco posmodernista, y haciendo las delicias de cualquiera de los seguidores de esa ideología, quienes estarían satisfechos al ver que en una revista académica se señalaba el valor "evidente" del constructo social como principal elemento articulador de la realidad.

Sokal no suministró el artículo para su publicación en una revista de física o de ciencias naturales, sino que intencionalmente lo propuso a una reconocida revista académica de ciencias sociales, especializada en temas posmodernistas radicales. El físico apostaba a que, dado el servilismo con el que describía en su artículo a los aspectos físicos en relación con la supremacía de los constructos posmodernistas asociados al comportamiento humano, al concepto de la realidad relativa y al camino errático e incierto de aproximación a la verdad, recalcando el hecho de que únicamente puede ser conseguida bajo la noción del pensamiento social, la revista y su cuerpo editorial quedarían encantados de tan originales ideas que sustentaban ahora desde la rama científica y de la mano de un investigador de prestigio, el pensamiento social posmodernista. 

La revista seleccionada por Sokal para intentar publicar el artículo se llamaba Social Text, una revista dependiente de la Universidad Duke, que además había convocado recientemente al ámbito científico a escribir artículos para un número especial que trataba sobre las "guerras de la ciencia". El altisonante, y atractivo título creado con ingenio por Sokal para su artículo, traducido al español, fue el siguiente:

"Transgrediendo las Fronteras: Hacia una Hermenéutica Transformadora de la Gravedad Cuántica".

En 1996, Sokal tenía curiosidad por saber si Social Text publicaría un artículo que "halagase las ideas preconcebidas de los editores", por lo que presentó un artículo grandilocuente pero completamente absurdo desde su propio diseño y metodología.

Sin embargo, Sokal sabía de primera mano que la publicación de un artículo científico no es algo sencillo, pues las revistas se cuidan mucho de no publicar trabajos que no sean originales, que no representen un aporte real a la ciencia y/o que no hayan sido suficientemente validados, existiendo varios métodos por los cuales las revistas procuran mantener el rigor de los artículos que publican.

El artículo de Sokal era un galimatías desde el punto de vista de la física, pero estaba tan bien adornado con ideas posmodernistas que la revista Social Text mordió el anzuelo, y obviamente aligeró la meticulosidad del arbitraje del mismo para que semejante monumento a su ideología pudiera cerrar con broche de oro el número especial que estaban preparando, que se titulaba Science Wars. Aparentemente no les importó mucho que las ideas físicas fueran completamente descabelladas; lo relevante eran los aspectos humanísticos y sociales en sintonía con la línea editorial progresista de la revista. El arbitraje académico riguroso pasó a ser secundario, era más importante el aspecto político que el científico.

El artículo fue entonces publicado en la revista Social Text, en su número 46/47 Science Wars de primavera/verano de 1996, en las páginas 217-252. ¡35 páginas de extensión!

¿Qué impulsaba a Alan Sokal a cometer este engaño? La respuesta es muy sencilla: Aunque Sokal era un físico con ideas socialistas, no estaba de acuerdo con el enfoque radical adoptado por el posmodernismo y se había decidido a darle un golpe que perjudicara significativamente la credibilidad de sus supuestos. Sokal sabía que el artículo apestaba en cuanto a física; sin embargo, por su forma y lenguaje olería a rosas en los círculos académicos de las cuestiones sociales posmodernistas. De esta manera logró que una prestigiosa revista adscrita a esa ideología publicara su peculiar "artículo" con el fin de que este actuara como un caballo de Troya, pues una vez publicado sería la prueba evidente e indiscutible de que tales entidades editoriales de izquierda son capaces de publicar cualquier cosa siempre que sea acorde a sus intereses políticos, quedando completamente relegada la importancia del trasfondo científico que debe tener el artículo. 

El mismo día de publicación del artículo, Sokal dio conocimiento público en otra revista sobre el engaño y sus verdaderas intenciones. Describió su "metodología" y la forma arbitraria y caótica en la que relacionó y mezcló dispares conceptos físicos avanzados, que incluían mecánica cuántica y relatividad general, con algunos de los santos griales de las humanidades como son la hermenéutica y la fenomenología, siempre manteniendo en alto la absoluta preeminencia de lo establecido por la ideología posmodernista. Esto generó revuelo en el mundo académico y el escándalo llegó a ser señalado en primera plana del periódico The New York Times.

La revista Social Text le acusó de haber traicionado su confianza, pero ya el objetivo había sido alcanzado. Seguidamente, un conjunto de filósofos posmodernistas internacionales, rasgándose las vestiduras, se pronunciaron en contra de Sokal tratando infructuosamente de salvar a la revista, que había quedado inmersa en un severo desprestigio al publicar el artículo sin validarlo previamente de forma adecuada; no obstante, la situación no hizo nada más que empeorar.

Puede consultarse el artículo publicado en su idioma original (inglés), en el siguiente enlace:

Artículo de Alan Sokal publicado en Social Text

La lectura del mismo es un desafío, pues está extraordinariamente bien documentado, y el trabajo argumentativo y de las notas al pie de página es monumental. Desde el punto de vista físico no es sencillo encontrar las múltiples inconsistencias y errores intencionales; estos solamente emergen cuando se realiza una lectura más detallada de lo escrito. En el camino, el lector progresista queda cautivado con la forma en la que Sokal alaba la grandiosidad de los temas posmodernistas, con irresistible aroma para ciertos académicos de las humanidades, incluyendo al editor de Social Text.

El objetivo se cumplió. La revista quedó desprestigiada, y el posmodernismo pasó a ser señalado y cuestionado en relación con sus métodos, constructos y propuestas por años. La carrera de Sokal continúa, y es un científico relevante en el área de la física teórica. Se trató de un pequeño paso, individual y heroico, contra la avalancha que representan las ideologías progresistas como el posmodernismo, que con planteamientos radicales pretenden cambiar la naturaleza humana y anular los valores tradicionales de la sociedad, facilitando el deterioro moral y estético de la civilización con fines oscuros de supervisión y control, algo a lo que las mentes jóvenes son particularmente vulnerables.

Posmodernidad y sus defensores académicos pro-pedofilia

La posmodernidad es un movimiento filosófico surgido en la década de 1960, el cual se basa en un escepticismo general y el cuestionamiento de lo establecido desde la razón, dándole relevancia a lo subjetivo y a lo relativo. En este sentido, se opone a las corrientes filosóficas realistas de los siglos XVIII y XIX.

La posmodernidad da prioridad al individualismo, al hedonismo, al nihilismo, al culto a las formas y a vivir el presente en forma de una adolescencia tardía, sin proyección al futuro de la juventud, ante el convencimiento de que el porvenir es desalentador. Para el posmodernista el presente es lo único que importa, ya que el pasado y el futuro no son controlables por parte del individuo. En consecuencia, el valor del pasado histórico y las previsiones para el futuro adquieren una importancia secundaria, pues lo relevante es exclusivamente el presente a través de la participación en una sociedad de consumo inmediato, a la búsqueda del entretenimiento o placer, en un ambiente globalizado.

Fuente: https://posmodernia.com. Autor desconocido.

Según el consenso general, los filósofos que inauguraron la filosofía posmoderna fueron Jean-François Lyotard (1924-1998), creador de la filosofía del deseo y considerado por algunos como el padre del posmodernismo, Michel Foucault (1926-1984), Gilles Deleuze (1925-1995), Jean Paul Sartre (1905-1980), Simone de Beauvoir (1908-1986) y Jacques Derrida (1930-1984), invocando algunos conceptos propios del pensamiento de Karl Marx, Sigmund Freud y Friedrich Nietzsche, entre otros. Nietzsche, por ejemplo, consideraba que todo conocimiento (incluyendo el científico) es una cuestión de perspectiva e interpretación, y esta visión perspectivista de la realidad concuerda perfectamente con el subjetivismo y el revisionismo posmoderno.

Jean-François Lyotard, padre del posmodernismo. Fuente: Wikimedia Commons. Autor: Bracha L. Ettinger.

Es oportuno señalar que Foucault fue un defensor ideológico del sexo entre adulto y niño y de la execrable pedofilia, contemplándolos como una forma de liberación para ambos sujetos y argumentando incluso que los niños pequeños "podían dar consentimiento sexual". En 1977 Foucault, junto con los mencionados Sartre, Derrida, Deleuze, Lyotard y otros intelectuales, firmaron una petición al Parlamento francés pidiendo la despenalización de todas las relaciones sexuales "consensuadas" entre adultos y menores de quince años, que para ese momento era la edad de consentimiento sexual en Francia. Por suerte, la propuesta no prosperó legislativamente, pero es una muestra de las intenciones de los posmodernistas, que aspiran a formar mentes débiles susceptibles de ser manipuladas con los fines más perversos. Cabe destacar que el mismo Foucault ha sido acusado, de manera póstuma, de cometer actos de pedofilia en Túnez a partir de 1965. Al parecer el filósofo francés practicaba lo que predicaba.

Este movimiento del posmodernismo se desinteresa del aspecto social, motivado por su extremo individualismo; rechaza el respeto a las normas tradicionales, manifestando que no existe una única verdad, sino diversas vías a través de las cuales se expresa el saber; niega que la sociedad del futuro vaya a ser más próspera, equitativa y humana que la actual; se opone a la razón y a la lógica, a las que concibe como construcciones conceptuales que son válidas solo según el contexto social y las tradiciones intelectuales en las que se practican; defiende la cultura popular y considera que todo tipo de conocimiento y saber es válido, promoviendo la hibridación sociocultural y eliminando cualquier límite a la distorsión de la realidad en el ámbito del conocimiento.


Lo posmoderno se asocia al culto de la individualidad, a la ausencia de interés por el bienestar común y al rechazo del racionalismo. Fuente:  https://definicion.de.

Asimismo, el posmodernismo da valor a la naturaleza, preocupándose por las consecuencias del desarrollo industrial, y cree que la fuente del poder es la industria de consumo y de los medios de comunicación a través de sus representantes particulares, de forma que los medios de comunicación (y las redes sociales, en la actualidad) se convierten en el principal vehículo de transmisión de cultura, sin otro fin específico más que el de controlar la conciencia colectiva de acuerdo a los intereses de los grupos de poder económico y político a los cuales se encuentran subordinados.

Dentro de los principales peligros que implica la adhesión a esta ideología está el rechazo de la verdad absoluta, el culto a la verdad relativa, el pluralismo desmedido y la pérdida del discernimiento, cualidad evolutivamente adquirida.

Sokal pues desarrolló a conciencia un artículo falso que deliberadamente describía un sinsentido y que fue proporcionado a una revista posmodernista americana para su publicación en 1996, la cual increíblemente y contra toda probabilidad lo publicó, en un episodio que terminaría conociéndose como el Escándalo Sokal, aún resonante en el mundo académico.

Alan D. Sokal

Alan D. Sokal (n. 1955) es profesor de matemáticas en el University College de Londres, y profesor de física en la Universidad de Nueva York. Sus trabajos se centran en la mecánica estadística y en la combinatoria. Sokal obtuvo su Ph. D. en la Universidad de Princeton en 1981. A partir de 1986 y por 3 años consecutivos dictó cursos de verano en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, durante el gobierno sandinista de Daniel Ortega, y pudo percibir de primera mano las peculiares "bondades" del socialismo establecido en esa nación. El físico habla español con soltura.

Alan D. Sokal, físico y epistemólogo estadounidense, fotografiado en 2011. Fuente: Wikimedia Commons. Autor: Yorgos Kourtakis.

Sokal es un crítico del posmodernismo y ha dedicado esfuerzos en oposición al razonamiento científico defectuoso, como el de los defensores de la relación de positividad crítica, un concepto pseudocientífico en el marco de la psicología positiva.

La revista Social Text

Social Text es el nombre de una revista académica trimestral fundada en 1979 y publicada por la editorial de la Universidad Duke, que aborda una amplia variedad de fenómenos sociales y culturales que abarcan cuestiones de género, sexualidad, raza y ambiente, y cada uno de sus números cubre asuntos con relación a los debates alrededor del feminismo, el marxismo, el neoliberalismo, el poscolonialismo,  el posmodernismo, la cultura popular y las ideas queer sobre el género y la sexualidad.

La Universidad Duke es una universidad privada ubicada en Carolina del Norte, al sur de los Estados Unidos. Entre sus alumnos notables se encuentra Richard Nixon, quien fue Presidente de los Estados Unidos (1969-1974). Sus publicaciones se encuentran principalmente dentro del área de las humanidades y las ciencias sociales, pero también es conocida por sus revistas de matemáticas.

En los tiempos del escándalo Sokal, en la revista Social Text no se aplicaba el criterio de revisión de artículos por pares, que en su versión doble ciego ha brindado robustez a la calidad de los contenidos de las publicaciones consistentemente, al menos en el campo de las ciencias naturales y otras disciplinas como las matemáticas y la lógica.


Portada del número 46/47 Science Wars de primavera/verano de 1996 de la revista Social Text, ejemplar donde se publicó el artículo señalado de Alan Sokal. Fuente: www.jstor.org.

En el ámbito académico, la revisión por pares es la evaluación de un artículo científico realizada por una o más personas con competencias similares a las de los autores del estudio (pares). Representa una forma de control de calidad de los trabajos académicos de investigación realizados dentro de un campo de estudio, buscando otorgarles credibilidad y determinar su pertinencia con miras a publicarlos, típicamente por parte de una revista editada por una organización de integridad y prestigio comprobado.

Mecánica cuántica, relatividad general, gravedad cuántica y hermenéutica

Para tratar de entender algunos de los aspectos considerados por Sokal en su artículo es conveniente hacer un breve resumen del alcance de las teorías de la mecánica cuántica, la relatividad general y la gravedad cuántica, así como también de la técnica de la hermenéutica de las ciencias sociales, invocada por Sokal desde el propio título del trabajo.

El Universo a muy pequeña escala sigue un conjunto de reglas que según la percepción humana resultan muy extrañas, como por ejemplo la nociones de estar en varios puntos del espacio simultáneamente o tener múltiples energías, además de las limitaciones establecidas por el principio de incertidumbre, formulado por el físico alemán Werner K. Heisenberg (1901-1976), que restringen nuestra capacidad de observación del mundo. La teoría correspondiente a estos conceptos es la mecánica cuántica, cuyas peculiares nociones se aplicaron posteriormente a las entidades físicas que corresponden a los campos, formando la denominada teoría cuántica de campos, una que permite entender qué es la luz, justificar la existencia de los núcleos atómicos y predecir la de nuevas partículas.

Adicionalmente, se vive en un espacio-tiempo curvo deformado, y la manifestación de esa deformación es lo que se experimenta como la gravedad. La teoría que describe el funcionamiento de esta dinámica es la relatividad general. Se trata de una teoría clásica que lo que hace es dar relevancia geométrica a la gravedad, argumentando que la presencia de materia y energía implica la deformación y distorsión del espacio-tiempo circundante. El físico estadounidense John A. Wheeler (1911-2008) resumió la relatividad general para el profano en un acertado juego de palabras, de la siguiente manera:

"La materia le dice al espacio cómo deformarse, y el espacio deformado le dice a la materia cómo moverse".

La teoría cuántica de campos y la teoría de la relatividad general tienen un desempeño satisfactorio cuando se consideran por separado, sin que exista por ahora un modelo o teoría que las integre, pero para la cual ya se tiene un hombre reservado (teoría de gravedad cuántica). El fin fundamental de esta teoría sería el de conocer qué le ocurre al espacio-tiempo cuando es sometido a las reglas de la mecánica cuántica. Esta integración es extremadamente complicada, si bien hay indicios de que pudiera llegar a lograrse, sin saberse aún concretamente la forma de hacerlo. Los intentos para tratar de obtener una teoría de gravedad cuántica se basan en dos tendencias, una es la de la teoría de cuerdas y la otra es la de la teoría cuántica de bucles; ambas son complejas, radicales y muy difíciles de implementar en el plano experimental con la intención de obtener evidencias o predicciones que permitan validarlas o corregirlas.

En relación con la hermenéutica, se trata de la teoría de la traducción, comprensión e interpretación de los textos relevantes, así como también de la comunicación verbal. La necesidad de una hermenéutica se debe a la complejidad del lenguaje, que puede incluir elementos de subjetividad, ambigüedad, parcialidad, etc., que a menudo conducen a interpretaciones diferentes e incluso opuestas de los textos. La hermenéutica intenta descifrar el significado complejo, oculto o no evidente que subyace tras el discurso. Sokal la empleará como recurso humanístico en su disparatado artículo.


La gravedad cuántica pretende integrar a la mecánica cuántica y a la relatividad general en una nueva teoría aún por desarrollar, pero  que permitiría avanzar en el camino hacia la comprensión de la realidad. Fuente: http://www.uco.es.

Los objetivos de Sokal

Sokal divaga con precisión por estos aspectos, conectando ideas de forma sorprendentemente audaz y sin base empírica pero cargada de una retórica convincente, presuntamente sustentada por multitud de citas y referencias, y empleando reiteradamente términos y muletillas extraídos del argot de las ciencias sociales. Esto es lo que hace al artículo un opúsculo duro de criticar si no se pone demasiada atención a lo que se está leyendo o si no se dispone de una sólida suficiencia en el entendimiento de la física moderna.

El artículo es una parodia de los disparates que la filosofía posmoderna es capaz de sostener en relación con las ciencias humanas y naturales. Sokal construye hábilmente una obra cuyo significado es la nada absoluta, haciendo gala de una elaborada palabrería posmoderna a lo largo de todo el texto. Partes enteras del artículo, incluyendo el propio título, carecen absolutamente de algún significado físico, filosófico o literario. Simplemente se trata de frases, oraciones y párrafos grandilocuentes y sintácticamente correctos, pero con carácter semántico indefinido.

Pueden resumirse los objetivos de Sokal como los siguientes:
  1. Poner en tela de juicio el trabajo de algunos académicos posmodernistas, en su mayoría franceses, desmintiendo a estos presuntos intelectuales.
  2. Realizar un experimento no controlado y no científico, completando un artículo premeditadamente deslucido pero publicado por una revista radical de las ciencias sociales.
A los que se puede añadir el objetivo implícito de defender al realismo científico, y de señalar y criticar dos abusos reiteradamente cometidos desde la perspectiva científica posmodernista, siendo estos los siguientes:
  1. El uso injustificado de palabras y conceptos científicos ajenos con el fin de impresionar e intimidar a los lectores, sin que necesariamente los autores comprendan el significado real de lo que están diciendo.
  2. Promover el relativismo posmaterialista, que establece que la ciencia es únicamente una construcción social que no proporciona verdades sobre el mundo exterior, debido al sesgo ocasionado por los prejuicios sociales de los científicos.
A propósito de este segundo punto, una frase de Sokal ha llegado a ser célebre:

"A quien crea que las leyes de la física son meras convenciones sociales lo invito a transgredir tales convenciones desde la ventana de mi apartamento. Vivo en el piso 21."

Sokal supuso acertadamente que los sinsentidos físicos que escribía serían irrelevantes para los editores de la revista Social Text ante la monumental jerga aduladora de la ideología posmoderna que había empleado para respaldar las más radicales ideas de esa línea de pensamiento. Luego de la publicación del artículo, Sokal escribió:

"Los resultados de mi pequeño experimento demuestran, como mínimo, que algunos sectores de moda de la izquierda académica estadounidense se han vuelto intelectualmente perezosos. A los editores de Social Text les gustó mi artículo porque les agradó su conclusión, consistente en que el contenido y la metodología de la ciencia posmoderna proporcionan un poderoso apoyo intelectual para el proyecto político progresista (sec. 6 del artículo). Aparentemente, no sintieron la necesidad de analizar la calidad de la evidencia, la fuerza de los argumentos o incluso la relevancia de los argumentos que llevaron a mi supuesta conclusión".

Poco después Sokal, quien está en contra del razonamiento defectuoso, informó que el artículo era una broma o engaño en el periódico Lingua Franca, sosteniendo que la "ciencia de izquierda" y las ciencias sociales estarían mejor atendidas si se utilizaran fundamentos intelectuales basados en la razón.

La revista Social Text recibió un irresistible caballo de Troya, cuyo contenido le llevaría al ridículo y a la vergüenza, haciendo temblar a los desenmascarados posmodernistas. Fuente: https://www.madrimasd.org

Social Text ganó el Ig Nobel de 1996

Cabe resaltar que los editores de la revista Social Text fueron "premiados" con el Premio Ig Nobel de Literatura de 1996 debido al artículo de Sokal, otorgado en base al siguiente argumento:

"Por publicar con entusiasmo investigaciones que ellos no podían entender, que el autor dijo que no tenían sentido y que afirmaban que la realidad no existe."

Los Premios Ig Nobel son una parodia estadounidense del Premio Nobel. Se entregan cada año a principios de octubre para reconocer los logros de diez grupos de científicos que "primero hacen reír a la gente, y luego la hacen pensar". El premio es organizado por la revista de humor científico Annals of Improbable Research (AIR).


Uno de los logotipos de Premio Ig Nobel. Fuente: https://alcanzandoelconocimiento.com.

Epílogo

Es imposible permanecer indiferente ante la valiente e inteligente acción de protesta emprendida en solitario por Alan Sokal en 1996, armado solo con ingenio y la confianza de saber que lo que está haciendo es por el bien de la ciencia verdadera y universal. Solo a través de su talento intelectual y de una manera aguda y devastadora logró poner en evidencia a uno de los principales medios progresistas de tendencia posmodernista en los EE.UU.

Desde la publicación del artículo se han producido muchas críticas dirigidas al autor, a la revista, a la filosofía posmodernista y a los intelectuales que la promueven. Sin embargo, es imposible no ver el elefante en la habitación. La publicación de semejante "artículo" considerado como válido por la revista, que obviamente por pereza no fue revisado en lo técnico, la hizo pasar por todos los espectros desde el color rojo al violeta por la vergüenza de quedar expuesta debido a la mínima o nula revisión científica aplicada a lo publicado, habiendo mordido apresuradamente el anzuelo de la adulación a sus ideales editoriales.

Queda la alerta a todas las revistas científicas, y la moraleja de lo importante que es para estas realizar un estricto arbitraje y auditoría de los manuscritos que se reciben para su eventual publicación, con miras a evitar errores y omisiones, y detectar oportunamente a aquellos astutos que persigan replicar lo que hizo Sokal con Social Text, hace justamente 25 años.


Fabián Robledo Upegui.

Diciembre, 2021.

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