Venezuela libre: El nacimiento turbulento de una identidad que desafió a la Gran Colombia

Venezuela libre: El nacimiento turbulento de una identidad que desafió a la Gran Colombia

El 22 de septiembre de 1830 es una fecha trascendental para Venezuela, porque marca el momento en la que el Congreso de Valencia sancionó la nueva Constitución, con lo cual quedaba consumada definitivamente la separación de Venezuela de la Gran Colombia.

Bandera de la Gran Colombia, usada entre el 6 de octubre de 1821 y el 17 de diciembre de 1831. Autor: Milenioscuro. Fuente: Wikimedia Commons.

Templo Histórico, donde tuvo lugar el congreso de 1821, el cual dio vida a la Gran Colombia. Está ubicado en el parque Gran Colombiano. Autor: Ruben Valero. Fuente: Wikimedia Commons.

La elección de José Antonio Páez, por parte del Consejo Constituyente de 1830 como el primer presidente de la República de Venezuela formalizó el liderazgo del Centauro de los Llanos, y consolidó la independencia nacional venezolana, dando inicio a una nueva etapa en la construcción del Estado venezolano.

Carta de la República de Colombia dividida en 12 departamentos en 1824. Tomado del Atlas físico y político de la República de Venezuela, 1840. Autor: Agustín Codazzi. Fuente: Wikimedia Commons.

La elección de Páez no solo representó un cambio político, sino que también simbolizó la afirmación de la venezolanidad y la voluntad de autogobierno. Desde ese momento, Venezuela comenzó a desarrollar sus propias instituciones, enfrentar sus desafíos internos y definir un camino autónomo en la región.

Retrato de José Antonio Páez, Presidente de Venezuela entre 1855 y 1865. Fotografía de Wilfredor. Fuente: Wikimedia Commons. 

Estos hechos invitan a reflexionar sobre un momento crucial que marcó la consolidación de la venezolanidad como proyecto soberano y liberador. Lejos de ser una simple ruptura administrativa, la independencia nacional de Venezuela fue el resultado de tensiones profundas surgidas de diferencias políticas, económicas y sociales que alimentaron el deseo de autonomía plena por parte de sus habitantes.

La Gran Colombia, concebida por Simón Bolívar como un gran estado que uniera a las naciones liberadas del dominio español para garantizar su estabilidad y progreso, enfrentó desde sus inicios serias dificultades. Bolívar imaginó una unión fuerte y sólida, capaz de resistir amenazas internas y externas, pero la realidad demostró que las particularidades regionales y los intereses locales chocaban con esa visión. Venezuela, con su identidad propia y líderes que sentían la urgencia de defender sus intereses, comenzó a cuestionar la viabilidad de mantener la unidad bajo el esquema propuesto.

Entre los problemas que motivaron la independencia nacional de Venezuela destacaron las diferencias en la distribución del poder, la gestión económica y la representación política. La influencia del gobierno central en Bogotá generaba descontento entre los venezolanos, quienes percibían que sus necesidades y aspiraciones quedaban relegadas. Además, las tensiones entre facciones políticas, especialmente entre los seguidores de Bolívar y los de Francisco de Paula Santander, complicaron la convivencia en la Gran Colombia.

Representación artística de la Constitución de Venezuela de 1830. Fuente: Fabián Robledo.

En este contexto, José Antonio Páez emergió como figura fundamental para Venezuela. Como líder carismático y militar experimentado, Páez encarnó el espíritu de autonomía y defensa de los intereses venezolanos. Su liderazgo fue decisivo para organizar la resistencia política y militar que culminó en la separación. Mientras tanto Bolívar,  defensor de la unión, debió enfrentar la realidad de una Gran Colombia fracturada, y Santander representaba la facción que buscaba mantener el orden desde Bogotá, pero sin lograr conciliar las diferencias.

El germen de la separación y ruptura de la Gran Colombia fue la constitución de Bolivia. Bolívar al redactarla, debió inspirarse en la de Francia, del Consulado Napoleónico: Presidente vitalicio, que elige sucesor (y puede destituirlo y reemplazarlo a voluntad), senado hereditario, censores con plenos poderes y, además, el Presidente no era responsable ante ningún organismo. Mientras continuaba en el Sur, mandó numerosas misivas a Bogotá en las que aseguraba que la Constitución vigente, la de Cúcuta de 1823 (federal, que aseguraba la autonomía de Ecuador y Venezuela) estaba superada y debía ser reemplazada por aquella que él proponía.

Ello causó hondas preocupaciones en todos los sectores. El Vicepresidente Santander, a cargo del gobierno en la ausencia de Bolívar, se sabía desplazado. Había tenido ásperas diferencias con el General José Antonio Páez, a cargo de Venezuela, enviando intendentes a vigilarlo e incomodarlo. Páez, cómo era su derecho según las disposiciones de la Constitución vigente, ordenó una leva en masa para reclutar un gran ejército y defender el país de otra expedición española.

No hay que olvidar que en 1823 el Rey de Francia invadió a España para devolver a Fernando VII el poder absoluto. Fernando anuló la constitución y exterminó a los liberales, que habían abortado la expedición de 1820 para recuperar América. Así que era lógico suponer que dedicaría sus afanes a enviar una nueva expedición, y el mejor lugar para llegar era Venezuela. El Ayuntamiento de Caracas rechazó la medida, apoyado por el Intendente Escalona, quien pidió destitución y prisión para Páez. Hasta el momento este había sido leal a la Gran Colombia pero, considerados vulnerados todos sus derechos, rechazó el presentarse en Bogotá para defenderse.

Es oportuno recordar que en Bogotá había profundo rencor con los militares venezolanos, a quienes consideraban irrespetuosos del poder civil. Poco antes habían juzgado express al General venezolano Leonardo Infante, y lo condenaron a muerte y ejecutaron, en un proceso tan adulterado que incluso el Ministro de Interior, Dr. Miguel Peña, se negó a firmar la sentencia, siendo destituido. Peña se trasladó a Caracas, y, convertido en el principal asesor de Páez, le convenció  de que si iba a Bogotá le fusilarían.

Para dar fuerza legal a sus decisiones, Páez reunió una Asamblea en Valencia, que acordó desconocer el Gobierno de Santander, o acatar alguna orden, y dar el poder al General Páez. El manifiesto fue firmado por el General Santiago Mariño, segundo comandante militar de Venezuela, por el expresidente Cristóbal Mendoza, intendente, y por el Dr. Francisco Pérez Yañez, presidente de la Corte Suprema. Al enterarse de ello, la municipalidad de Caracas, que había sido la causa del procesamiento de Páez, se sumó a la decisión de Valencia, pues en ellos el separatismo era más fuerte que el temor a los militares. Este movimiento fue llamado al principio "La Cosita", y derivó en "La Cosiata".

El Gobernador de Valencia, Fernando Peñalver, fue el único que se opuso, y abandonó el cargo trasladándose a Maracaibo para informar al Gobierno. Bolívar estaba en Perú y mandó al coronel O' Leary para que Santander suspendiera el juicio a Paez, pues intuía la consecuencias. Santander lo envió a ver a Páez con ofertas de anular el juicio si se sometía a su autoridad. Exigía, además expulsar del país al Dr. Miguel Peña. Páez rechazó someterse y O'Leary regresó donde Bolívar.  Este consideró que todo se llevó mal y que Santander buscaba la guerra con Venezuela para fortalecer su autoridad. En septiembre de 1826 Bolívar decidió regresar al ver la gravedad de los acontecimientos. En Caracas se reunía una nueva Asamblea que se centró en atacar la Constitución de Bolivia y al propio Bolívar. Ratificado el liderazgo de Páez, este fijó para enero del 27 un Congreso Constituyente, establecido a fines de formalizar la ruptura.

Retrato póstumo de Bolívar, de Luis Enrique Toro Moreno, obra de 1922, ubicada en el Palacio Legislativo, La Paz. Fotografía de autor desconocido. Fuente: Wikimedia Commons.

La reacción bolivariana no se hizo esperar: Bermúdez en Guayana, Pedro Briceño Méndez en Aragua y Urdaneta en Zulia desconocieron a Páez. La guarnición de Puerto Cabello se alzó, nombró líder a Briceño Méndez y pidió la mediación de Bolívar. Pero Mariño recuperó el control de Oriente para Páez, y en Angostura destituyeron a Bermúdez. La Cosiata mantenía el control.

Bolívar llegó a Bogotá, asumió el mando general dejando a Santander a cargo del Sur, y marchó a Venezuela. Páez envío al Dr. Miguel Peña a detener con argumentos a Bolívar, pero fue detenido. Llegado a Maracaibo, Bolívar anunció que asumía todo el poder en Venezuela, pero ratificó la convocatoria de Páez a una Convención. Con ello pretendía aplacar a los separatistas y darle una oportunidad a Páez. En diciembre llegó a Puerto Cabello y allí ratificó el nombramiento de Páez en Venezuela y de Mariño en Oriente. Todo a cambio de aceptar su autoridad como Presidente de Colombia. Páez se sometió y aceptó el acuerdo. Bolívar decreto una amnistía general y que todo el proceso de 1826 quedaba en el olvido.

Pero la Cosiata había logrado sus fines. Venezuela estaba, de hecho, tratada como entidad autónoma. La autoridad de Colombia era más bien nominal. En Colombia, en cambio, Santander se consideró postergado y humillado. Bolívar regresaba a Bogotá decidido a impulsar la Constitución de Bolivia. Santander había desatado una campaña contra la Iglesia, y Bolívar venía a defenderla y a dar poder al Arzobispo de Bogotá. Santander desató una campaña de prensa contra la Constitución de Bolivia y la actuación de Bolívar en Venezuela, que llamaba a una rendición ante Páez. Bolívar ejercía un control militar creciente que Santander consideraba innecesario. La respuesta de Bolívar fue delegar en los comandantes militares de los distritos, dejando nula la autoridad de Santander. 

La Convención de Ocaña, convocada por Bolívar, sin embargo, no logró aprobar la Constitución de Bolivia. Partidarios de Santander eran mayoría, Pero los de Bolívar criticaron de tal modo la Constitución vigente, que el país quedó en un vacío legal. La respuesta de Bolívar fue proclamar la Dictadura y hacer un gobierno militar.

Óleo de Francisco de Paula Santander, de Ricardo Acevedo Bernal, fechado en 1917, localizado en la Casa de Nariño. Fotografía de autor desconocido. Fuente: Wikimedia Commons.

La respuesta de los santanderistas fué el atentado contra la vida de Bolívar, que estuvo cerca de lograr su objetivo. La represión desatada por éste condujo a 14 fusilamientos de opositores y la condena a muerte de Santander, luego se le conmutó y expulsó del país. La caída de Santander fue completa, Bolívar dió fuerza y poder a la Iglesia y se prohibieron la sociedades liberales y masonería. Estalló una guerra con Perú. Bolívar envío al General José María Córdoba, pero ante el avance peruano remitió al Mariscal Antonio José de Sucre, quien destruyó al ejército peruano en el Porte de Tarqui. En Febrero de 1829 concluyó la guerra con la retirada peruana.

Todos estos acontecimientos fueron vistos en Venezuela como la confirmación de que había que separarse de aquel centro de guerras, represión, atentados y dictadura. El Gobierno colombiano ofreció a Bolívar la corona de Emperador, que este rechazó aludiendo que su título de Libertador era el máximo honor. Pero en su Gobierno siguieron insistiendo, tratando de que las coronas de Francia e Inglaterra reconocieran una monarquía tras Bolívar. 

Decidieron ofrecerle la corona, cuando muriera el Libertador, a un príncipe francés. Pero Inglaterra respondió que no aceptaría un Rey francés y que ningún miembro de la nobleza inglesa aceptaría una oferta similar. Bolívar no envío esa comisión, pero la dejo hacer, y la impresión en Venezuela era que en Bogotá deliraban, tratando de traer de nuevo lo que habia costado 14 años de guerra terrible derrocar.

En Noviembre de 1829 se reúne una Asamblea en Caracas para desconocer de nuevo al Gobierno de Bogotá, y la autoridad de Bolívar, con un llamado a tener relaciones cordiales tras la separación. Se pedía al General Páez asumir el poder total. Le apoyaban los generales Arismendi, Mariño, y un pleyade de abogados que serían luego la base jurídica de la República. 

De inmediato se desató una ola de campañas contra Bolivar, acusándole de todos los excesos y violaciones posibles. La Asamblea decidió prohibir su regreso a Venezuela. Solo Zulia, siempre bajo el liderazgo de Urdaneta, siguió fiel a Bogotá. Allí se reunió el Congreso bajo la presidencia del Mariscal Sucre, y decidió ir con una comisión a entrevistarse con los enviados venezolanos. Páez envió a Mariño y se encontraron los dos bandos en Cúcuta.

Allí no hubo acuerdo posible. Sucre exigía la destitución de todos los generales en Jefe como candidatos a gobierno. Mariño rompió las negociaciones. La situación en Colombia se descomponía. Bolívar renunciaba al poder en marzo de 1830. Ahora desde Venezuela exigían la expulsión de Bolívar de territorio colombiano para seguir negociaciones. Estallaron revueltas en el sur de Colombia, y el Mariscal Sucre fue asesinado en Berruecos en junio.

El Congreso Colombiano nombró Presidente al Dr. Joaquín Mosquera, opuesto a Bolívar. Pero la guarnición de tropas venezolanas en Bogotá se alzó, y proclamaron al general Rafael Urdaneta Dictador de Colombia. Ello generó tantos conflictos allá, a los que su sumó la separación de Ecuador, hecha por el General Juan José Flores, que el gobierno de Bogotá era impotente para impedir las separaciones. Bolívar se trasladó a Cartagena, y luego a Santa Marta para salir del país, pues los partidarios de Santander trataban de traerlo al poder y las fuerzas venezolanas que sostenían a Urdaneta se fueron retirando a Venezuela. El Congreso de 1830, reunido en Valencia, proclamó en septiembre la independencia de Venezuela y la Presidencia del General José Antonio Páez.La Tercera República empezaba, dando inicio a una etapa marcada por la construcción institucional y la afirmación de la soberanía.

Mapa de Venezuela en 1840. Autor: Milenioscuro. Fuente: Wikimedia Commons. 

La separación se consolidó con la proclamación de independencia nacional en diversas ciudades, pero uno de los escenarios más emblemáticos fue Valencia, ciudad clave en ese momento histórico. La Casa de la Estrella, ubicada en Valencia, es un sitio fundamental en este contexto. Fue en este lugar donde José Antonio Páez, se reunió con otros dirigentes para organizar la ruptura definitiva con la Gran Colombia y establecer las bases de la nueva República. La casa funcionó como centro de decisiones políticas y como símbolo del movimiento independentista venezolano.

El Museo Casa de La Estrella es una de las casas más antiguas de la ciudad de Valencia, la cual posee un inmenso valor histórico para la ciudad y para el país por los diversos eventos que en ella ocurrieron. Se ubica en la calle Colombia c/c la Av. Soublette en el centro de la ciudad. El 9 de enero de 1812, el Congreso de lo que en ese entonces se conocía como los "Estados Unidos de Venezuela" acordó que a partir del 15 de febrero de 1812 la capital de la República sería la ciudad de Valencia, teniendo como sede de dicho congreso a la Casa de La Estrella. El 13 de enero de 1830 el General José Antonio Páez, como Jefe Civil y Militar de una Venezuela aún integrada en la Gran Colombia, convocó a un Congreso Constituyente por el creciente y continuo distanciamiento con el Gobierno Central localizado en Bogotá. Dicho Congreso tuvo lugar en Valencia entre el 6 de mayo y el 14 de octubre de 1830, en la Casa de la Estrella, y culminó con la creación de la República de Venezuela y el establecimiento de la ciudad como capital. La elección de la ciudad, residencia de Páez al momento de la realización del Congreso, tuvo también que ver con los hechos ocurridos entre 1826 y 1829, origen del movimiento conocido como "La Cosiata". Fuente: ve.oopinoo.com. Fotografía de autor desconocido.

Los primeros años tras la separación estuvieron llenos de desafíos. Venezuela tuvo que enfrentar conflictos internos, la reorganización del Estado y la búsqueda de reconocimiento internacional. El país se vio inmerso en luchas entre caudillos y facciones que reflejaban las tensiones sociales y políticas heredadas. Sin embargo, estos años también fueron testigos de la consolidación de un sentimiento nacional que, por primera vez, situó a Venezuela como un país libre e independiente en el concierto de las naciones.

En cuanto a si la separación fue positiva o no, puede afirmarse que, a pesar de los problemas inmediatos y las difíciles transiciones, el acto fue fundamental para la creación de una identidad nacional venezolana auténtica. La independencia nacional permitió a Venezuela definir su propio rumbo, sus instituciones y políticas, alejándose de un proyecto que, aunque noble en intención, resultó impracticable en la diversidad de intereses. José Antonio Páez simboliza esta gesta, siendo el artífice de la venezolanidad y el primer líder de un país que comenzaba a escribir su historia con autonomía.

Las consecuencias de la separación se extendieron por décadas, influyendo en la dinámica política y social de la región. La fragmentación de la Gran Colombia abrió paso a una era de caudillismo y conflictos internos en Venezuela y sus vecinos, reflejando las dificultades de construir naciones estables tras la independencia. Estas guerras y luchas por el poder definieron gran parte del siglo XIX latinoamericano, pero también moldearon las bases para futuros desarrollos políticos.

General José Antonio Páez, retrato de John J. Peoli. Obra de 1890, Smithsonian American Art Museum. Fuente: Wikimedia Commons. Fotografía de autor desconocido.

La historia de Venezuela, con su legado de lucha y resiliencia, invita a un mensaje optimista. La creación de la venezolanidad es un episodio que inspira a afrontar con valor los desafíos presentes y futuros.


El Grito de la Patria: Amanecer de una Venezuela Libre. Fuente: Fabián Robledo.

A pesar de las dificultades recientes y las complejidades del mundo actual, Venezuela sigue siendo un país con una identidad fuerte y un pueblo capaz de superar obstáculos. Su historia es un recordatorio de que la independencia y la libertad son conquistas permanentes que deben defenderse con pasión y compromiso.


Adrián Robledo Upegui.

Fabián Robledo Upegui.

Septiembre, 2025.


Comentarios

  1. Excelente contenido. Felicidades 👏 👏 👏

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  2. Muy buen trabajo es necesario conocer nuestra historia para amar querer y defender nuestro país.

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  3. Bravo bravo hermoso contenido para recordar nuestra historia. Felicitaciones 👏🏻👏🏻🙌🫰🏻

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  4. Excelente artículo que rescate un eslabón perdido de nuestra historia, pues en nuestros estudios en el colegio no nos enseñaron ese episodio, solamente que nos separamos de Colombia pero sin detallar las razones de ese importante hecho.

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  5. Tremendo, muy buen contenido 👌🏻👍🏻

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  6. Gracias por la narrativa tan excelente y hacernos sentir parte de la historia . Exitos

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  7. Gracias por tomarse el tiempo para, acercarnos a esos capítulos de nuestra historia, que nos acerca a tiempos más recientes, en los que un lider político les cobra a los Valencianos, su cercanía con Páez.

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