Exposición de orquídeas y bonsáis en el Omnicentro de Naguanagua, estado Carabobo

Hermoso ejemplar de orquídea expuesto en el Omnicentro de Naguanagua. Fotografía: Fabián Robledo Upegui.

Exposición de orquídeas y bonsáis en el Omnicentro de Naguanagua, estado Carabobo

En fecha 7 de mayo de 2022 y en vísperas del Día de la Madre a celebrar en Venezuela, se realizó en el pueblo de Naguanagua del estado Carabobo, adyacente a la ciudad de Valencia, específicamente en la plaza central del Centro Comercial Omnicentro, sede del Diario El Carabobeño, una exposición de orquídeas y bonsáis, llevada a cabo por magistrales profesionales, aficionados y entusiastas que visitaron el sitio, provenientes de múltiples sitios del país, caracterizado por ser uno de los lugares de la Tierra con mayor fitodiversidad. En Venezuela las orquídeas guardan un sitial de honor, teniendo en cuenta que la Flor Nacional (que no podía faltar en este encuentro) pertenece a esta familia, siendo ella la orquídea Cattleya mossiae, utilizada para adornar la Cruz de Mayo con devoción durante la fiesta tradicional religiosa que lleva el mismo nombre.

La Cattleya mossiae fue designada como Flor Nacional el 23 de mayo de 1951, por Decreto Presidencial del entonces presidente de la Junta de Gobierno, Germán Suárez Flamerich (1907-1990), mandatario de nuestra historia cuya presidencia habitualmente y por razones desconocidas la actual bibliografía escolar pasa por alto. La flor fue seleccionada, entre otras personas, por el botánico larense Francisco Tamayo Yepes (1902-1985), cuyos libros de texto de botánica y biología fueron la Carta Magna de los Bachilleres en Ciencias de Venezuela durante varias décadas en el siglo XX. El autor de este artículo tuvo el privilegio de estudiar con ahínco los textos referidos debido a la motivación y la marcial disciplina legadas por el P. Juan Santos Maeztu, sacerdote y profesor de la cátedra de Biología en el Colegio Calasanz de la ciudad de Valencia, siendo favorecido por los enciclopédicos conocimientos de este abnegado Padre Escolapio que hoy observa a sus alumnos desde el Cielo y cuya sola presencia transmitía respeto, autoridad y liderazgo; recuerdos personales de un bachillerato de ya solo interés paleontológico.

Las orquídeas son una familia de plantas monocotiledóneas que llaman la atención por la exuberante complejidad de sus flores y por sus interacciones ecológicas con hongos y agentes polinizadores. En el encuentro se tuvo la oportunidad de apreciar el formidable despliegue de color, forma, textura y aromas de algunas de las especies de orquídeas más importantes de la nación, en una ostentosa pero hermosa exhibición de vanidad botánica que enmascara la victoria de la lucha por la supervivencia a través de la sensual apariencia de los especímenes, ofrecida en forma de aromático y energético néctar a vectores polinizadores como los insectos, rendidos a la oferta de estas plantas parásitas que en frenesí reproductor muestran obscenamente los órganos sexuales de sus flores con absoluta impudicia, para favorecer la reproducción sexual a través de la comunión de lo biológicamente femenino y masculino, como parte de una deliciosa diferencia creada por la evolución para prosperar más allá del nivel de una bacteria, puesto que la vida se abre caminos, como bien lo señala una famosa frase del cine thriller de acción. Considerando el mencionado parasitismo típico de los ejemplares de esta familia, y dada la diversidad de pigmentos sintetizados en la compleja maquinaria celular de los pétalos de las flores, se pudo apreciar en el evento que en esta oportunidad no había ningún espécimen vivo de la peculiar categoría taxonómica de los parásitos rojos, muy comunes mas no exclusivos de la zona intertropical latinoamericana, lo que tal vez contribuyó a la alegría y sonrisas de los asistentes al contemplar los formidables ejemplares.

En la exposición se presentó además un conjunto de árboles bonsái de diversas especies. El bonsái consiste en el arte de origen oriental (Japón y China) de cultivar un árbol o arbusto en maceta invariablemente, controlando su tamaño para que permanezca con dimensiones muy inferiores a las naturales, mediante técnicas como el trasplante, la poda, el alambrado, el pinzado, entre otros, y modelando su forma en el tiempo para crear un estilo que evoque una escena de la naturaleza. El bonsái es otro ejemplo del poder del hombre sobre la naturaleza a causa de su ingenio, sometiéndola para crear una obra de arte biológica, constreñida en el tiesto, deleitando al observador. Quien cultiva el bonsái lo moldea a capricho y en contra de cualquier voluntad vegetal preestablecida, representando esto un posible maltrato vegetal que tal vez aún no han detectado los promotores del infundado y persistente escándalo ecológico verde. Adicionalmente, sería interesante saber si los bonsáis pueden ser reproductores a pesar de las recurrentes mutilaciones, y entonces ser sujetos de selección artificial.

Seguidamente se suministra una galería de imágenes capturadas en el transcurso del señalado evento, que permitió que durante el día las retinas de los visitantes recibieran un agregado intensivo de belleza concentrada, que aporta emoción y celebra la alegría de estar aún con vida en la precaria lucha por la existencia frente a condiciones adversas de todo tipo. Cada imagen tiene en su parte inferior un número cardinal, esperando ir colocando los nombres científicos y comunes de los especímenes vegetales con la ayuda de alguno de los populares sistemas digitales de reconocimiento de especies, equipados con inteligencia artificial (AI). El autor apreciará cualquier aporte sobre estos nombres realizado por los lectores con quienes se tiene el placer de compartir este artículo; sujetos equipados con inteligencia natural (NI), entre los que se incluyen colegas, amigos y familiares, rogando que cualquier observación se anote en la sección de comentarios de este blog, haciendo referencia al nombre científico, al nombre común o a cualquier otra información pertinente, considerando el universo de talentos sobre estas bellas disciplinas de la orquideología y del bonsái.

Todas las fotografías de este artículo fueron capturadas en el sitio por el autor, en un día lluvioso pero donde el consecuente Sol no faltó, acordando con la lluvia no conspirar para crear un arcoiris aunque las condiciones meteorológicas fuesen idóneas, pues ello opacaría el color y brillo de las flores señaladas. ¿Quién dice que el reino mineral tampoco es sensible?

Exposición de Orquídeas

07/05/2022

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Exposición de Bonsáis

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Preciosa Cenicienta criolla invitada

El autor no desea dejar escapar la oportunidad de señalar que en la misma fecha del evento (07/05/2022) tuvo oportunidad de observar, también en Naguanagua, la floración de una preciosa flor de cayena rosada (Hibiscus rosa-sinensis) de centro rojo carmesí, ocurrida a pesar del día lluvioso, perteneciente a la colección de su suegra. La flor criolla, cuyas imágenes se suministran a continuación, no tiene nada que envidiarles en belleza y elegancia a las vanidosas orquídeas antes referidas. Podría imaginarse que algunas la miran como a Cenicienta, con la envidia amarilla (pigmentos no faltan en esta ocasión) de Griselda y Anastasia, sus afeadas hermanastras, celosas de su sublime gracia. Así pues, el reino vegetal no debe estar exento de algunas de las peculiares virtudes y pecados de su hermano, el reino animal, y en particular de la cúspide del mismo, el peculiar mono desnudo, titular de un alma insuflada por el aliento de Dios en un ejercicio de magnanimidad inventiva, para vivir y presenciar las maravillas de su Creación.

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Fabián Robledo Upegui.

Mayo, 2022.

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