Entre cometas y enigmas: Implicaciones exobiológicas del objeto interestelar 3I/ATLAS

Animación de cuatro fotogramas del cometa interestelar 3I/ATLAS en imágenes del Telescopio Espacial Hubble tomadas el 21 de julio de 2025. Imágenes de David Jewitt/NASA/ESA/Space Telescope Science Institute (STScI). Fuente: Wikimedia Commons.

Entre cometas y enigmas: Implicaciones exobiológicas del objeto interestelar 3I/ATLAS

Fabián Robledo¹.

¹Departamento de Señales y Sistemas. Escuela de Ingeniería de Telecomunicaciones. Facultad de Ingeniería. Universidad de Carabobo.

Resumen

El descubrimiento del objeto interestelar 3I/ATLAS, que actualmente se aproxima a su perihelio en el Sistema Solar, brinda una oportunidad sin precedentes para avanzar en el campo de la exobiología, el estudio de la vida fuera de la Tierra. Este artículo explora el potencial para la detección de moléculas prebióticas y compuestos orgánicos en 3I/ATLAS, discute las hipótesis científicas sobre su naturaleza, incluyendo la propuesta provocadora del astrofísico Avi Loeb acerca de que podría ser un artefacto extraterrestre, y examina las implicaciones para la astrobiología y la comunicación con vida inteligente. También se analiza el papel de la inteligencia artificial en la decodificación de señales y la preparación para escenarios de contacto. Aunque las explicaciones naturales cometarias son las más plausibles, 3I/ATLAS invita a un estudio interdisciplinario profundo que podría iluminar la distribución de los ingredientes básicos para la vida en la galaxia.

Palabras clave: 3I/ATLAS, exobiología, objeto interestelar, moléculas prebióticas, inteligencia extraterrestre.


1. Introducción: Exobiología y la importancia de 3I/ATLAS  

La exobiología es el campo científico interdisciplinario que se enfoca en comprender la existencia, el origen y la distribución de la vida fuera de la Tierra. Integra biología, química, astronomía y ciencias planetarias para investigar ambientes potencialmente capaces de sustentar vida. La reciente detección del objeto interestelar 3I/ATLAS, en una trayectoria que lo acerca al Sol, presenta un laboratorio natural poco común para estudios exobiológicos. A diferencia de los cuerpos originarios del Sistema Solar, 3I/ATLAS proviene de fuera, posiblemente portando moléculas orgánicas y firmas químicas prebióticas formadas en un entorno estelar diferente. Esto representa una oportunidad invaluable para explorar la diversidad molecular y la universalidad de los precursores químicos de la vida (Cockell, 2014; Ehrenfreund & Charnley, 2000).

2. Naturaleza de 3I/ATLAS y su potencial exobiológico  

Descubierto en 2023, 3I/ATLAS sigue una órbita hiperbólica que indica un origen externo al Sistema Solar. Las observaciones muestran evidencia de actividad cometaria, como la sublimación de hielos volátiles, que libera gases y polvo. Estos procesos pueden liberar moléculas orgánicas complejas que actúan como precursores químicos de la vida, incluyendo agua, metano, formaldehído y aminoácidos (Meech et al., 2017; Guzik et al., 2020). Los estudios espectroscópicos son esenciales para identificar estas moléculas en la coma y cola del objeto, ofreciendo perspectivas sobre procesos químicos en el espacio interestelar y el potencial de que los ingredientes químicos para la vida estén ampliamente distribuidos. 3I/ATLAS presenta una cola que parece estar dirigida hacia adelante, lo que es inusual para un cometa típico. Sin embargo, esta anti-cola pudiera ser un fenómeno óptico que ocurre debido a una alineación particular entre la Tierra, el Sol y el objeto interestelar. La anti-cola parece proyectarse en sentido opuesto a la cola normal, que en los cometas ordinarios ligados es usual que apunte hacia atrás, alejándose del Sol por la presión del viento solar, pero tal vez se trate de una ilusión visual causada por la perspectiva desde la Tierra. Los datos precisos sobre la aceleración no gravitacional del objeto podrán validar si se trata de este caso o no.

3. Moléculas prebióticas en objetos interestelares: importancia y detección  

Las moléculas prebióticas como el agua (H₂O), el metano (CH₄), el formaldehído (H₂CO) y aminoácidos simples son fundamentales para los procesos que conducen a la vida. Su presencia en cometas y objetos interestelares respalda teorías que plantean que los bloques básicos para la vida no son exclusivos de la Tierra, sino que están distribuidos por la galaxia (Chyba & Sagan, 1992; Ehrenfreund et al., 2002). Detectar estos compuestos en 3I/ATLAS mediante telescopios terrestres y espaciales, a través de espectroscopía de alta resolución, puede ayudar a confirmar estas teorías y ampliar nuestro conocimiento sobre el inventario químico en diferentes ambientes cósmicos.

4. Contexto comparativo: 3I/ATLAS, 1I/'Oumuamua y 2I/Borisov  

Antes de 3I/ATLAS, los visitantes interestelares 1I/'Oumuamua y 2I/Borisov fueron estudiados extensamente. 'Oumuamua mostró propiedades inusuales, como una forma alargada y ausencia de actividad cometaria clara, mientras que Borisov presentó un comportamiento cometario más clásico con coma y cola visibles (Meech et al., 2017; Guzik et al., 2020). 3I/ATLAS enriquece este espectro al presentar características cometarias que podrían conectar ambos casos, destacando la diversidad de objetos interestelares y sus características químicas y físicas, lo que resulta crítico para evaluar su relevancia exobiológica.

5. La hipótesis de Avi Loeb: ¿Un artefacto extraterrestre?  

Avi Loeb (n. 1962), astrofísico destacado en la Universidad de Harvard, ha planteado que algunos objetos interestelares, incluido 3I/ATLAS, podrían ser artefactos artificiales de origen extraterrestre. Su hipótesis se basa en la observación de trayectorias orbitales anómalas, variaciones luminosas inusuales y ausencia de características cometarias típicas en ciertos casos (Loeb, 2023). Aunque es una propuesta especulativa, constituye un ejercicio científico importante para mantener la mente abierta a posibilidades no convencionales y fomentar pruebas observacionales rigurosas.

6. Argumentos a favor y en contra de la hipótesis artificial  

Quienes apoyan esta hipótesis señalan patrones inusuales de aceleración y cambios en brillo como posibles indicios de estructuras diseñadas. Sin embargo, explicaciones naturales como la sublimación asimétrica, fragmentación o liberación de polvo ofrecen interpretaciones plausibles (Micheli et al., 2018; Bannister et al., 2021). Además, no se ha detectado ninguna señal de radio o transmisión electromagnética proveniente de 3I/ATLAS, lo cual es un argumento relevante en contra de un origen artificial (Enriquez et al., 2018). Los modelos convencionales de cometas y asteroides explican la mayoría de las observaciones, por lo que la hipótesis artificial, aunque llamativa, es poco probable para la mayoría de la comunidad científica.

7. Avi Loeb y la Señal "Wow!": ¿Un Mensaje extraterrestre desde 3I/ATLAS?

La hipótesis planteada por Avi Loeb sugiere que el objeto interestelar 3I/ATLAS no es un cometa natural, sino un posible artefacto tecnológico de una civilización extraterrestre. De acuerdo con su propuesta, la famosa señal "Wow!" detectada en 1977 pudo haber sido una transmisión o mensaje emitido por este objeto (Loeb, A., 2024). La base de la propuesta de Loeb se fundamenta principalmente en una notable coincidencia de alineación espacial y temporal, junto con una serie de características anómalas que, en su opinión, presenta 3I/ATLAS.

Respecto a la alineación angular con la Señal "Wow!", Loeb realizó cálculos sobre la posición de 3I/ATLAS en el momento en que la radiación de la señal, detectada el 15 de agosto de 1977, habría partido del objeto. Consideró la distancia a la que se encontraba, aproximadamente 600 UA de la Tierra, y el tiempo que la señal tardaría en viajar. Sus conclusiones indican que la dirección de llegada de la Señal "Wow!" estaba extraordinariamente cerca de la posición calculada de 3I/ATLAS en 1977. Según su análisis, la probabilidad de que dos puntos aleatorios en el cielo estuvieran alineados con tal proximidad es de tan solo alrededor del 0,6%, lo que sugiere una posible conexión no casual.

En cuanto a la frecuencia de la señal, la señal "Wow!" se detectó a 1420.4556 MHz, una frecuencia muy próxima a la línea del hidrógeno neutro (21 cm), la cual es fundamental en la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI). La frecuencia observada presentaba un ligero desplazamiento hacia el azul, aproximadamente 10 km/s hacia la Tierra, en relación con la frecuencia central del hidrógeno. Este ligero cambio es consistente con la velocidad de acercamiento de un objeto como 3I/ATLAS hacia el Sol. La implicación de la potencia del transmisor, si la señal se originó en 3I/ATLAS a una distancia de 600 AU de la Tierra en 1977, es significativa. La fuente habría requerido una potencia de transmisión de entre 0,5 y 2 GW, una cifra comparable a la producción de un reactor nuclear terrestre típico. Loeb utiliza este dato para sugerir que la fuente podría emplear una tecnología avanzada, y que la señal podría haber sido emitida por este objeto, lo que implicaría que la señal es un mensaje o una transmisión de una civilización extraterrestre vinculada a 3I/ATLAS.

Adicionalmente, Loeb ha señalado varias características de 3I/ATLAS que considera inusuales para un cometa natural, interpretándolas como posibles anomalías de una supuesta "nave". Entre estas, destacan su gran tamaño y la masa inferida, la ausencia de la aceleración no gravitacional que típicamente se observa en los cometas, y una órbita que se encuentra inusualmente alineada con la eclíptica, lo que podría sugerir una trayectoria diseñada o controlada.

Es crucial destacar que esta hipótesis es objeto de considerable debate y no representa el consenso científico actual. Organismos como la NASA y otros expertos han clasificado a 3I/ATLAS como un cometa interestelar de origen natural. Las explicaciones más aceptadas para la señal "Wow!" suelen girar en torno a fenómenos astronómicos poco comunes o, como ya se ha descartado, cometas. Sin embargo, Loeb emplea esta serie de coincidencias y anomalías para instar a la comunidad astronómica a realizar observaciones de radio más detalladas del objeto, con el fin de buscar cualquier señal tecnológica que pudiera respaldar su teoría.

8. Búsqueda de señales y el papel de SETI  

Los programas de la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI) monitorean activamente objetos interestelares, incluido 3I/ATLAS, en busca de señales electromagnéticas que indiquen un origen inteligente. Hasta la fecha, no se han detectado transmisiones de este tipo (Siemion et al., 2013). Estos esfuerzos resaltan la importancia de observaciones sistemáticas y de alta sensibilidad para captar señales futuras, entendiendo que la ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia, y que la tecnología y los métodos continúan evolucionando.

El referido Loeb, de Harvard, es conocido por sus ideas controvertidas y su interés en la búsqueda de inteligencia extraterrestre, sugiriendo que el objeto podría ser una sonda o nave alienígena. Él argumenta que presenta varias características anómalas para un cometa o asteroide convencional, como su brillo inusual, órbita retrógrada y comportamiento extraño, que podrían explicarse si fuera un objeto artificial enviado intencionalmente hacia el Sistema Solar. Loeb ha señalado que, dado que no se conocen las intenciones de una posible civilización extraterrestre, el objeto podría ser "potencialmente hostil", advirtiendo que no se debe asumir automáticamente que es benigno y que la comunidad científica debe estar abierta a todas las posibilidades, incluyendo riesgos potenciales. Loeb se pronuncia con cautela pero con firmeza, instando a la comunidad científica a investigar seriamente estas anomalías sin prejuicios, y a prepararse para cualquier escenario, ya sea que el objeto sea natural o tecnológico. Él enfatiza la importancia de mantener una mente abierta y no descartar hipótesis no convencionales solo por ser controvertidas.

9. Implicaciones de un posible contacto a través de objetos interestelares  

Confirmar que un objeto como 3I/ATLAS es un artefacto extraterrestre o porta signos de vida supondría un cambio histórico en la ciencia y la visión humana del cosmos. Abriría nuevas fronteras científicas en biología, tecnologías de comunicación y comprensión de la vida en el Universo. Los impactos sociales, filosóficos y éticos serían profundos, requiriendo respuestas internacionales coordinadas e investigación interdisciplinaria (Tarter, 2001; Vakoch, 2014).

10. Preparación para el contacto: protocolos y rol de la exobiología  

La preparación requiere el desarrollo de protocolos internacionales para detección, verificación y comunicación, junto con medidas de bioseguridad para evitar posibles contaminaciones. La exobiología es clave para evaluar riesgos biológicos y caracterizar posibles formas de vida, guiando la interacción segura con materiales o señales extraterrestres (Race & Randolph, 2002). Organismos internacionales como la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior contribuyen a marcos normativos para el manejo responsable de estos eventos.

11. Inteligencia Artificial como herramienta para la comunicación interestelar  

La inteligencia artificial (IA) ofrece capacidades potentes para analizar y decodificar señales complejas y desconocidas. En escenarios de contacto, la IA puede ayudar a reconocer patrones, simular intercambios comunicativos y traducir lenguajes o formatos de información desconocidos, superando las limitaciones cognitivas humanas (Vakoch & Dowd, 2015). Los sistemas impulsados por IA serán indispensables para la interpretación y respuesta en tiempo real, facilitando diálogos significativos con inteligencias no humanas, si fuera el caso.

12. Investigaciones exobiológicas propuestas para 3I/ATLAS  

Entre las principales investigaciones que se pueden realizar en exobiología sobre este objeto se encuentran las siguientes:

  • Análisis espectroscópico de alta resolución de moléculas orgánicas y agua.
  • Estudios isotópicos para rastrear el origen y la historia química.
  • Búsqueda de biofirmas indicativas de actividad biológica o prebiótica.
  • Modelado ambiental para evaluar condiciones favorables a la evolución química.

Estas investigaciones requieren la coordinación de telescopios terrestres, observatorios espaciales y equipos científicos interdisciplinarios para maximizar los resultados (Altwegg et al., 2019; Mumma & Charnley, 2011).

13. Escala de Origen Interestelar de Loeb

La escala de Loeb es una herramienta conceptual propuesta por el ya mencionado astrofísico Avi Loeb para evaluar y clasificar objetos interestelares según la probabilidad de que sean de origen natural o tecnológico. Esta escala es importante porque proporciona un marco objetivo y gradual para analizar la naturaleza de estos objetos, permitiendo a la comunidad científica y al público discutir con mayor claridad las evidencias y anomalías que puedan sugerir un origen artificial. La escala va del nivel 0 al 10, donde el nivel 0 corresponde a objetos que son definitivamente naturales, como cometas o asteroides típicos, y el nivel 10 a objetos que muestran pruebas inequívocas de tecnología, como maniobras inteligentes o señales artificiales. Los niveles intermedios representan grados crecientes de incertidumbre y evidencia, desde objetos que presentan algunas anomalías pero aún pueden explicarse por procesos naturales, hasta aquellos que muestran características difíciles de reconciliar con explicaciones naturales y que podrían ser candidatos a tecnología extraterrestre.

En el caso de los tres objetos interestelares detectados hasta ahora, 2I/Borisov se clasifica en el nivel 0 de la escala, ya que su comportamiento y composición son los de un cometa típico y no presenta anomalías destacables. 1I/‘Oumuamua, el primer objeto interestelar descubierto, se ubica en un nivel intermedio, probablemente entre 3 y 5, debido a sus características inusuales como su forma alargada, su aceleración no gravitacional y la ausencia de una coma visible, lo que ha generado debate sobre su posible origen artificial aunque no hay pruebas concluyentes. 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar conocido, muestra aún más anomalías, como cambios de color, polarización extrema y una composición química desconcertante, lo que lo sitúa también en un nivel intermedio de la escala, alrededor de 5, ya que sus propiedades no encajan del todo con los modelos naturales y reabren el debate sobre la posibilidad de un origen inesperado, incluso tecnológico.

La escala de Loeb no solo clasifica objetos interestelares según la probabilidad de que sean naturales o tecnológicos, sino que también puede interpretarse en términos de niveles de riesgo o importancia para la investigación científica y la seguridad. Esto se debe a que, a medida que un objeto se acerca a niveles más altos en la escala, la posibilidad de que tenga un origen tecnológico o incluso una intención inteligente aumenta, lo que podría implicar riesgos o desafíos inéditos para la Humanidad.

Por ejemplo, un objeto clasificado cerca del nivel 0, como 2I/Borisov, representa un riesgo mínimo porque se comporta como un cometa natural sin anomalías significativas. En cambio, objetos como 3I/ATLAS, presenta características inusuales que no encajan con modelos naturales conocidos, lo que genera una mayor incertidumbre y, por ende, un nivel de alerta más alto para la comunidad científica. Esto no significa necesariamente un riesgo inmediato, pero sí una necesidad de vigilancia y estudio más detallado para descartar o confirmar posibles implicaciones tecnológicas o incluso de seguridad.

En el caso de ‘Oumuamua, su clasificación intermedia también implica que, aunque no hay evidencia concluyente de tecnología, sus anomalías sugieren que no debe descartarse ninguna hipótesis, lo que justifica un seguimiento cuidadoso. Así, la escala ayuda a priorizar recursos y atención, estableciendo un marco para evaluar no solo el origen sino también el potencial impacto o riesgo asociado a estos objetos interestelares.

La importancia de la escala de Loeb radica en que proporciona un marco claro para comunicar el grado de evidencia sobre el origen de estos objetos, promoviendo el rigor científico y ayudando a enfocar los esfuerzos de investigación en los casos más intrigantes.

14. Conclusiones  

3I/ATLAS representa una oportunidad única para profundizar en el conocimiento de la exobiología y los precursores químicos de la vida fuera de la Tierra. Aunque las explicaciones naturales cometarias son las más plausibles, hipótesis como la de Loeb estimulan el debate científico y motivan observaciones detalladas. La investigación interdisciplinaria continua, junto con avances tecnológicos y cooperación internacional, es esencial para prepararnos para interpretar futuros descubrimientos y posibles escenarios de contacto. 3I/ATLAS invita a pasar una nueva página en la comprensión cósmica y desafía a la Humanidad a expandir su visión científica con curiosidad y rigor.

Como dijo Frank Drake (1930–2022), creador de SETI: "Cada vez que una nueva ventana se abre al Universo, encontramos sorpresas".

Agradecimiento

Se agradece a la Sociedad Astronómica de la Universidad de Carabobo, en la persona del Dr. Nelson Falcón, la amable invitación al autor para dictar la conferencia sobre el tema referido en este artículo en el reciente Foro: 3I/ATLAS: VISITANTE INTERESTELAR evento público realizado el jueves 30 de octubre de 2025 en el auditorio Ninoska Maneiro de la  Facultad Experimental de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Carabobo, en Bárbula, Naguanagua.

Un video de la ponencia asociada a este artículo se suministra a continuación (MPG):

Video Foro 3I/ATLAS - Exobiología

La presentación de la ponencia en el foro está disponible en los siguientes enlaces: 

Versión MS Power Point: 

Foro 3I/ATLAS - Exobiología

Versión PDF: 

Foro 3I/ATLAS - Exobiología


Referencias

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Octubre, 2025.


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