Teogoniometría o de cómo dirigirse con propiedad a Dios
I. Introducción
La dirección geográfica en la cual un fiel reza tiene una profunda importancia histórica y religiosa que se ha manifestado a lo largo de diversas civilizaciones y tradiciones espirituales.
En las civilizaciones antiguas de Egipto y Mesopotamia, la orientación de los templos y altares se alineaba con los astros y fenómenos naturales, reflejando la creencia en la conexión entre lo divino y el cosmos. Este vínculo con la dirección geográfica estaba relacionado con la búsqueda de la armonía y el equilibrio entre el ser humano y las fuerzas del Universo.
En el judaísmo, la dirección de la oración se orienta hacia Jerusalén, específicamente hacia el Muro de las Lamentaciones. Esta práctica no solo simboliza la conexión con la Tierra Prometida y la historia del pueblo judío, sino que también sirve como un recordatorio de la centralidad de Jerusalén en la fe y la identidad judía.
El cristianismo, aunque menos rígido en cuanto a la dirección de la oración, ha mantenido la costumbre de orar hacia el este, simbolizando la esperanza en el regreso de Cristo, quien, según la tradición, aparecerá desde esa dirección. Este enfoque ha influido en la arquitectura de muchas iglesias, que a menudo están construidas orientadas hacia el este.
En el islam, la dirección de la oración, conocida como quibla, se establece hacia La Meca. Esta práctica es fundamental en la vida de un musulmán y simboliza la unidad de la comunidad islámica en la adoración a Alá. El establecimiento de la quibla también refleja una conexión profunda con los orígenes de la fe y con la historia de su denominado profeta Mahoma.
Los cultos animistas y las religiones de pueblos primeros también han considerado la dirección geográfica en sus prácticas. Muchas de estas tradiciones ven el mundo natural como divino y pueden orientarse hacia elementos específicos de la tierra, como montañas, ríos o árboles sagrados, reflejando una profunda conexión con su entorno y sus creencias sobre el espíritu de la naturaleza. Un ejemplo de esto es la orientación de las tipis, tiendas cónicas utilizadas como viviendas móviles por las tribus de las Grandes Llanuras de Estados Unidos y las praderas canadienses, que tradicionalmente se han erigido con la puerta dirigida hacia el este, por donde diariamente sale la Estrella de la Mañana.
En el hinduismo se considera que orar en dirección al este es especialmente importante, ya que se asocia con el amanecer y la llegada de la luz. Esta dirección representa la búsqueda de la sabiduría y la iluminación. Muchas de las deidades hindúes, como Surya (el dios del Sol), son invocadas en esta orientación, lo que refuerza la práctica de dirigir la oración hacia el este. Además, los templos hindúes suelen estar orientados en esta dirección, facilitando a los devotos la conexión con lo divino durante sus rituales y oraciones.
En el budismo, aunque no hay una dirección única que se deba seguir, se observa una práctica común en la que los budistas orientan sus rezos hacia el sur, que es el lugar donde se cree que el Buda Gautama alcanzó la iluminación. Al igual que en el hinduismo, la dirección de la oración también puede simbolizar un enfoque hacia la sabiduría y la compasión. En los templos budistas y durante las ceremonias, se puede encontrar a los practicantes inclinándose hacia el sur, así como la ejecución de la meditación en posiciones que pueden estar alineadas con esta orientación.
La importancia de señalar la dirección correcta al orar en ambas religiones radica en la intención y el simbolismo. La dirección no solo es un aspecto ritual, sino que también ayuda a los fieles a centrar su mente y espíritu en el acto de la oración, reforzando su conexión con lo sagrado. Esto crea un ambiente propicio para la meditación y la reflexión, facilitando un encuentro más profundo con la divinidad y la búsqueda de la paz interior.
II Teogoniometría
En base a lo señalado, y ante la ausencia de una única palabra que refiera a la dirección en la que se debe rezar, pudiera considerarse él término portmenteau de "teogoniometría", que desde un punto de vista etimológico, combina las raíces griegas "teo" (dios) y "goniometría" (medición de ángulos).
Su conveniencia podría ser cuestionada, ya que sugiere un enfoque muy técnico y matemático, que puede no reflejar adecuadamente la naturaleza espiritual y simbólica de la dirección en la oración. Sin embargo, la palabra "goniometría" tiene un uso asociado con la geometría y la trigonometría, lo que puede integrarse formalmente al aspecto religioso y cultural que se busca transmitir, añadiéndole precisión en el aspecto objetivo de la dirección.
No obstante, hay tres alternativas evocativas para nombrar a la teogoniometría, estas son:
- Orientoespiritualidad:, Otro portmenteau que combina "orientar" y "espiritualidad", reflejando la conexión entre la dirección y la práctica espiritual.
- Dirección Sagrada: Este nombre subraya la importancia de la dirección en el contexto sagrado de la oración, enfatizando tanto la dirección geográfica como su significado religioso.
- Geografía de la Fe: Sugiere la interrelación entre la geografía y las prácticas de fe, destacando cómo la ubicación influye en la espiritualidad y las tradiciones religiosas.
III. Azimut y Elevación
La orientación en azimut y elevación es crucial para determinar la dirección en la que un fiel reza a Dios, especialmente en tradiciones religiosas que requieren una orientación específica hacia un punto sagrado.
El azimut se refiere al ángulo horizontal desde una dirección cardinal, generalmente el Norte, y es fundamental para establecer la dirección correcta. Por otro lado, la elevación se refiere al ángulo vertical, que puede influir en la posición del cuerpo durante la oración. Aplicaciones prácticas son las siguientes:
- Orientación hacia La Meca: Para los musulmanes, calcular el azimut hacia La Meca es esencial. Esto implica determinar el ángulo horizontal desde su ubicación actual hasta la dirección de La Meca, lo que se puede hacer utilizando herramientas de navegación y mapas.
- Prácticas de oración: La elevación puede influir en cómo se posiciona el cuerpo durante la oración, aunque su impacto es menos directo que el azimut. Sin embargo, en ciertas tradiciones, la postura puede ser ajustada según la elevación del Sol o de otros cuerpos celestes. Algunas personas oran de pie, otras arrodilladas y otras postradas con la cabeza tocando el suelo, tres actitudes distintas desde el punto de vista del ángulo de elevación.
La correcta comprensión y aplicación de los conceptos de azimut y elevación es fundamental para que los fieles puedan cumplir con sus prácticas religiosas de manera adecuada y respetuosa.
Varias religiones tienen prácticas que implican una cierta orientación, aunque la precisión en azimut y elevación puede variar en su importancia y aplicación.
IV. Civilizaciones antiguas de Oriente Medio
Los sumerios construyeron sus templos, conocidos como zigurats, en elevaciones que simbolizaban la conexión entre la tierra y el cielo. Estos templos estaban orientados generalmente hacia los puntos cardinales, con un enfoque particular hacia el Este, que era considerado sagrado. La dirección específica permitía a los fieles orar y realizar rituales alineados con los fenómenos celestiales, reforzando la idea de que sus deidades residían en el cielo.
En la civilización asiria, los templos también eran construcciones elevadas y estaban orientados hacia el Este. La orientación facilitaba la adoración de los dioses al amanecer, simbolizando la llegada de la luz y la renovación. Los asirios creían que esto conectaba su adoración con el ciclo natural del día y la vida, y así, la dirección de la oración era vital para el ritual religioso.
Los babilonios continuaron la tradición de sus predecesores, construyendo templos que eran a menudo grandes zigurats. La orientación hacia el Este era igualmente importante, ya que la salida del Sol era vista como un símbolo de la vida y la fertilidad. La dirección de la oración en estos templos se alineaba con las festividades y rituales que se llevaban a cabo al amanecer, intensificando la conexión espiritual con sus deidades.
Los templos egipcios estaban generalmente orientados también hacia el Este, y muchos de ellos estaban alineados con el fenómeno del Sol naciente. Los antiguos egipcios creían que el Sol representaba al dios Ra, y orar en esta dirección al amanecer era una forma de honrarlo y recibir su bendición. Las ceremonias y rituales estaban profundamente conectados a la posición del Sol, reflejando la importancia de la luz en su cosmogonía.
En el contexto del cristianismo, hay argumentos que sugieren que la oración debe dirigirse en una dirección geográfica específica. A continuación, se presentan algunas referencias bíblicas que abordan este tema:
- 1 Reyes 8:44-48 "Si tu pueblo sale a la guerra contra sus enemigos, por el camino que tú los envíes, y ora a Jehová, dirigiendo la oración a la ciudad que tú elegiste, y hacia la casa que he edificado a tu nombre; entonces oirás desde los cielos su oración y su súplica, y les ayudarás." Este pasaje indica que cuando el pueblo de Israel ora, debe dirigir su oración hacia la ciudad elegida por Dios, que es Jerusalén. Esto sugiere una dirección específica en la oración.
- Daniel 6:10 "Y Daniel, cuando supo que el edicto estaba firmado, entró en su casa; y abiertas las ventanas de su cámara, que estaban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes." Daniel oraba con las ventanas abiertas hacia Jerusalén, mostrando una práctica de dirigir la oración hacia un lugar específico, que es considerado sagrado.
- Salmo 5:7 "Pero yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa; adoraré hacia tu santo templo en temor de ti". Este versículo menciona la adoración hacia el templo, que en este contexto se refiere a la dirección geográfica de la oración hacia el lugar donde se consideraba que habitaba la presencia de Dios.
- Salmo 113:3: "Desde el nacimiento del Sol hasta donde se pone, sea alabado el nombre de Jehová. Este versículo sugiere la importancia del Sol, que nace en el Este, como símbolo de alabanza y adoración. La dirección de la oración hacia el Este se alinea con esta idea de alabanza continua.
- Ezequiel 8:16 "Y me llevó al atrio de adentro de la casa de Jehová; y he aquí a la entrada del templo de Jehová, entre el pórtico y el altar, había como veinticinco hombres de espaldas al templo de Jehová, y sus rostros hacia el oriente; y estaban adorando al Sol, hacia el oriente." Este pasaje también señala la importancia de la dirección en la adoración y oración, mostrando que había un enfoque hacia oriente, en oposición a adorar hacia el templo.
- Ezequiel 43:1-2 "Después me llevó a la puerta que mira al oriente. Y he aquí, la gloria del Dios de Israel venía del camino de oriente; y su voz era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria." Este pasaje describe la gloria de Dios viniendo del Este, lo que refuerza la idea de que la dirección hacia el Este es significativa en la adoración y oración.
Una cita significativa que refleja la importancia de la oración en el cristianismo proviene de San Agustín, quien dijo: "La oración es la elevación del corazón a Dios". Esta afirmación subraya que, más allá de la dirección física, lo esencial es la actitud del creyente y su deseo de acercarse a Dios.
Además, Jesucristo enseñó en el Evangelio de Mateo (6:6) "Pero tú, cuando ores, entra en tu habitación, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público". Esta enseñanza enfatiza la importancia de la sinceridad y la privacidad en la oración, sugiriendo que la conexión espiritual es más importante que la ubicación física.
VI. El islam
En el islam, la dirección de la oración se conoce como qibla, siendo esencial en la práctica de la oración (salah) y está orientada hacia La Meca, específicamente hacia la Kaaba, una edificación cúbica situada en el centro de la Mezquita Sagrada en La Meca, Arabia Saudita. Es considerado el lugar más sagrado del Islam y es un símbolo de la unidad de los musulmanes en todo el mundo. La Kaaba está cubierta por una tela negra conocida como Kiswah, que es adornada con inscripciones doradas del Corán.E
Esta práctica de rezar en una dirección muy precisa se fundamenta en el Corán, específicamente en la sura Al-Baqarah (2:144), donde Alá instruye a los creyentes a orientar sus oraciones hacia la Kaaba. El versículo dice:
"Ciertamente, hemos visto tu rostro (Muhammad) volverse hacia el cielo. Así que te haremos volver hacia una qibla que te agrada. Vuelve, pues, tu rostro hacia la Mezquita Sagrada."
Este mandato establece que, independientemente de donde se encuentren los musulmanes en el mundo (y más recientemente fuera de él, por ejemplo en el espacio), deben dirigir sus oraciones hacia este punto central, simbolizando la unidad de la comunidad islámica (ummah) y su devoción a Alá. La Kaaba, por lo tanto, no solo es un objeto físico, sino un símbolo espiritual que conecta a los musulmanes en su práctica diaria de la fe.
Para determinar la dirección de la qibla, se pueden utilizar varios métodos técnicos y matemáticos. A continuación, se describen algunos métodos:
- Uso de coordenadas geográficas: La ubicación de La Meca se puede expresar en coordenadas geográficas. Por ejemplo, La Meca se encuentra aproximadamente en 21,4225° N de latitud y 39,8262° E de longitud. Conociendo las coordenadas de la ubicación actual del fiel, se puede calcular el ángulo que forma la línea que conecta ambos puntos con respecto al norte.
- Método de la brújula: Una brújula puede ser utilizada para encontrar el norte verdadero. Con este dato, se puede calcular el ángulo de la qibla en relación al norte. Por ejemplo, si la qibla está a 45° al este del norte, el fiel debe orientarse en esa dirección.
- Aplicaciones móviles y tecnología GPS: Hoy en día, muchas aplicaciones móviles y dispositivos GPS tienen incorporada la función para localizar la qibla. Estas herramientas son especialmente útiles para los viajeros, ya que proporcionan la dirección exacta a La Meca basándose en la ubicación actual del usuario.
Cuando se trata de fieles del islam que se encuentran en el espacio, como astronautas (o cosmonautas), los eruditos del islam han abordado la necesidad de establecer la qibla en tales circunstancias. En estos casos las autoridades religiosas recomiendan lo siguiente:
- Orientación general: Los astronautas deben intentar orientarse hacia La Meca lo mejor que puedan, utilizando técnicas como las mencionadas anteriormente, aunque en el espacio la referencia puede ser más complicada debido a la falta de un horizonte claro.
- Flexibilidad en la práctica: Los eruditos han discutido que en situaciones donde no es posible establecer con precisión la dirección de la qibla, se permite cierta flexibilidad. Lo importante es la intención (niyyah) detrás de la oración, y que el fiel mantenga su compromiso espiritual.
La precisión en la dirección de la oración también se puede interpretar como un acto de respeto y humildad ante la grandeza de Alá. Al seguir esta directriz, los musulmanes demuestran su disposición a someterse a las enseñanzas divinas y a vivir de acuerdo con los principios de su fe.
VII. Directividad Sagrada
Se puede comparar la precisión en la dirección de la oración con un sistema de comunicaciones que emplea antenas muy directivas, como las utilizadas en la transmisión de señales de radio, TV y microondas. Estas antenas están diseñadas para recibir y transmitir señales de manera eficiente, pero su efectividad depende en gran medida de su alineación precisa hacia la fuente de la señal.
Cuando una antena está correctamente orientada, puede captar la señal con claridad y calidad, permitiendo una comunicación efectiva. Sin embargo, si la antena se desvía aunque sea ligeramente de la dirección correcta, la calidad de la señal puede verse comprometida, resultando en interferencias, disminución de La potencia de señal y aumento de la tasa de errores de símbolo o bit, o incluso en la pérdida total de la comunicación. Este fenómeno refleja como la precisión es crucial para el éxito de la transmisión del mensaje entre el emisor y el receptor.
De manera similar, la oración en la mayoría de las religiones requiere que el fiel se dirija hacia una dirección específica para que su plegaria sea recibida con claridad por parte del dios alabado. Esta necesidad de alineación precisa no es un mero ritual; es una forma de asegurar que la comunicación espiritual sea efectiva.
En este sentido, la oración se convierte en un canal a través del cual el creyente busca conectar con lo divino, y cualquier desviación en la dirección puede simbolizar una desconexión de esa relación. Estará por ver cómo se podrían aplicar las tradicionales ayudas de la electrónica empleadas para la sintonización de antenas en este proceso de comunicaciones, las cuales pudieran incluir el control automático de ganancia (AGC) y lazo de cierre de enganche de fase (PLL), con sistemas también de silenciamiento de ruido (squelch), en caso que se dificulte la conexión espiritual con la deidad.
Por ejemplo, en la oración cristiana, aunque no haya una dirección física obligatoria, la intención y el enfoque del corazón son cruciales para que la comunicación con Dios sea efectiva. Si un creyente se acerca a Dios con sinceridad y devoción, la "señal" de su oración será "clara y fuerte", independientemente de la dirección en la que se encuentre.
VIII. El riesgo de un error en la dirección
Rezar en la dirección inapropiada puede implicar varios riesgos, tanto espirituales como psicológicos, que afectan la profundidad y la efectividad de la comunicación con lo divino. A continuación, se presentan algunas posibles consecuencias:
- Desconexión espiritual: La dirección en la que se ora puede tener un significado simbólico y ritual que refuerza la conexión del creyente con su fe. En el caso del islam, por ejemplo, orar hacia La Meca es un acto que une a todos los musulmanes en un mismo propósito espiritual. Si un fiel reza en una dirección incorrecta, puede experimentar una sensación de desconexión de su comunidad y de su deidad, lo cual puede debilitar su fe y su sentido de pertenencia.
- Intención y concentración: La oración no es solo un acto físico, sino también un ejercicio de intención y enfoque mental. Al orar en la dirección inapropiada, el creyente puede distraerse o sentirse incómodo, lo que afectaría su capacidad para concentrarse en la plegaria. Esta falta de concentración implicaría una experiencia de oración superficial, donde el mensaje espiritual no es recibido con la claridad y profundidad que se desea.
- Efecto psicológico: La psicología de la oración sugiere que la dirección y el contexto pueden influir en el estado emocional del creyente. Orar en una dirección que no es considerada apropiada puede generar sentimientos de culpa o ansiedad, ya que el fiel podría cuestionar la validez de su oración. Este conflicto interno resultaría en una menor efectividad de la práctica religiosa y en una disminución del bienestar espiritual.
- Simbología de la orientación: En muchas tradiciones religiosas, la dirección de la oración tiene un profundo significado simbólico. Orar hacia un lugar sagrado representa un esfuerzo consciente por alinearse con el propósito divino. Si se reza en la dirección incorrecta, se corre el riesgo de trivializar este símbolo y perder la conexión con esos significados profundos que enriquecen la práctica de la fe.
Por lo tanto, es fundamental que los creyentes se esfuercen por mantener la dirección adecuada en sus oraciones para preservar la integridad de su experiencia espiritual, con el fin de lograr una teogoniometría de precisión.
IX. Conclusiones sobre la importancia de la dirección en la oración
A continuación, se presentan algunas conclusiones en relación a la importancia de orar o rezar en la dirección adecuada, desde diferentes perspectivas.
En la dimensión antropológica, vale decir que la orientación en la oración refleja la búsqueda de conexión con lo divino. En muchas culturas, la dirección hacia la que se reza simboliza un vínculo con el espacio sagrado.
También, desde un punto de vista teológico, la dirección de la oración puede ser vista como un acto de obediencia y devoción. En el cristianismo, aunque no hay una dirección única, muchos fieles se orientan hacia el altar, que representa la presencia de Dios.
La geografía juega un papel crucial en la determinación de la dirección de la oración. Esto implica un entendimiento del entorno y de cómo este afecta la práctica religiosa.
En la actualidad, la tecnología ha facilitado la determinación de la dirección de la oración. Aplicaciones y herramientas de navegación permiten a los fieles encontrar con precisión el azimut hacia los lugares sagrados, lo que demuestra cómo la técnica puede complementar la práctica espiritual.
Tal vez las consideraciones planteadas en este artículo permitan al lector dirigirse en forma más precisa hacia la divinidad por él seleccionada, empleando las nociones de la teogoniometría.
Fabián Robledo Upegui.
15 de Septiembre, 2024.
Notas:
- Se dedica este artículo a la Sra. Helena Upegui de Robledo, madre del autor de este artículo, publicado en la fecha de su Cumpleaños.
- En el ámbito existencial, es posible que otro artículo publicado en DiLuNo sea de interés de los lectores, titulado Diez respuestas para dar con el objetivo de la existencia humana y cuyo enlace es el siguiente: Artículo.
Excelente articulo muy completo!!
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